Cultivos más rentables a corto plazo en 2025
Seguro que has oído hablar de cultivos rentables que están de moda: pistacho, almendro, olivar en seto… Pero ¿cuáles permiten recuperar la inversión lo más rápidamente posible? ¡En este artículo analizamos los cultivos más rentables a corto plazo en 2025.
Escoger cultivos rentables a corto plazo no es fácil. Y es que la agricultura no es una ciencia exacta y las previsiones de producción y precios se pueden torcer en cualquier momento. Aún así, a la hora de plantear una nueva inversión agrícola, es imprescindible tener claro en cuanto tiempo vamos a amortizar la plantación. Así tendremos algunos puntos generales que podemos considerar a la hora de elegir qué cultivo va a hacer más rentable nuestra tierra a corto plazo.
El cultivo del almendro: productividad y rentabilidad a corto plazo
En los últimos años se ha hablado mucho del cultivo del almendro y se han visto proliferar nuevas plantaciones agrícolas de este tipo en muchas regiones. Aunque se llegó a hablar de los riesgos de una burbuja especulativa en el cultivo del almendro, el mercado se ha estabilizado, ofreciendo ahora una rentabilidad más predecible. Lo cierto es que existen distintos sistemas de plantación de almendro, y cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Como inversión, está claro que para obtener buenos resultados de rentabilidad a corto plazo hay que optar por plantaciones de almendro en semiintensivo o superintensivo. La entrada en producción en superintensivo se consigue antes que en semiintensivo. Esto se nota también en el plazo de recuperación de la inversión, aunque la inversión inicial sea casi del doble en superiintensivo respeto al otro sistema.
Rentabilidad de las plantaciones de almendro en intensivo (Datos actualizados estimados 2024-2025)
Está claro que la rentabilidad del cultivo del almendro a corto plazo ha mejorado considerablemente gracias a todos los avances tecnológicos y al conocimiento agronómico que se están implementando. Esto, sumado a unos precios de mercado que se mantienen rentables (aunque con sus fluctuaciones), convierte al almendro en un cultivo muy interesante para obtener retornos en un plazo más breve.
Cultivo de olivar súper-intensivo en secano
Cómo hemos visto en el almendro, los sistemas de súper-intensivos acortan la entrada en producción de los cultivos, además de hacerlos más productivos. Esta intensificación se ha aplicado con éxito al olivar, un cultivo tradicionalmente extensivo, buscando maximizar su rentabilidad. Cuando hablamos de olivar en seto, dos aspectos clave lo hacen económicamente muy interesante:
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La mecanización total de las tareas, especialmente la recolección con máquinas cabalgantes, lo que permite una drástica reducción de los costes de producción.
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Las elevadas producciones al disminuir los marcos de plantación, consiguiendo así muchos más olivos por hectárea.
Tradicionalmente, se ha asumido que para el éxito de un sistema en seto, es imprescindible disponer de riego. Sin embargo, la pregunta clave es:
¿Es posible tener olivares en seto en secano?
La respuesta es sí, es posible, siempre que se realice un manejo agronómico muy cuidadoso. Esto incluye un diseño de plantación adaptado, una elección de variedades adecuada a las condiciones de secano (como 'Arbequina', 'Arbosana' o 'Koroneiki', pero también variedades más rústicas), y una poda que optimice la producción y la sanidad del seto. Existen numerosos ejemplos en el noroeste y sur de España que, en las últimas décadas, han demostrado la viabilidad de acortar los marcos de plantación en olivar. Es posible llevar plantaciones de olivar en secanos de 500 mm o incluso algo menos, adaptando el manejo.
Se han sustituido los típicos marcos tradicionales de 6 x 7 m por marcos superintensivos como el 3,5 x 1,35 m, con un ancho de seto de 60-80 cm. La entrada en producción es relativamente rápida, pudiendo obtener la primera cosecha a los 3 años de plantación.
Evidentemente, el retorno económico a largo plazo no será tan grande como en una plantación de regadío, donde los rendimientos son exponencialmente mayores. Sin embargo, para ciertas condiciones y estrategias, el olivar superintensivo en secano ofrece un retorno aceptable.
Aunque la inversión inicial es significativamente mayor que en el olivar tradicional (los costes de establecimiento pueden rondar entre 6.000 y 10.000 €/ha o más, dependiendo de la densidad y la inversión en material vegetal y preparación del terreno), su rápida entrada en producción y la eficiencia en costes de recolección lo hacen una opción a considerar en comparación con otros cultivos permanentes tradicionales de secano. El plazo de recuperación de la inversión, aunque no se alcance al cuarto año, es más competitivo que en los olivares extensivos de secano.
Si estás interesado, te explicamos las mejores estrategias para el éxito una plantación de olivar superintensivo.
Cultivo del pistacho: rentable sí, ¿pero a corto plazo?
Otro cultivo rentable a corto plazo es el pistacho que se adapta excepcionalmente bien a nuestros climas, y sus precios en el mercado mantienen unas expectativas muy positivas para los próximos años.
La entrada en producción de una plantación de pistacho depende significativamente del material vegetal: si se opta por plantones ya injertados, las plantas pueden empezar a producir a partir del tercer año, ofreciendo una ventana más temprana a los ingresos. Por el contrario, si se decide injertar en campo, el proceso puede alargar la espera hasta los siete años para ver la primera producción significativa.
En cuanto a la recuperación de la inversión, en el cultivo del pistacho se estima un plazo de entre 7 y 8 años. Sin embargo, es fundamental destacar que, con los elevados precios actuales del pistacho en el mercado, este periodo de recuperación puede verse acelerado y resultar incluso más atractivo. Aunque su ciclo de amortización sea algo más largo que el de las plantaciones de almendro superintensivas, la sólida rentabilidad y la longevidad del pistachero lo posicionan como una opción muy interesante dentro de los cultivos permanentes de retorno medio-corto.

Buena rentabilidad a corto plazo con cultivos extensivos
Está claro que los cultivos rentables a corto plazo por excelencia son los cultivos anuales o extensivos, ya que cada año se puede llegar a hacer una o dos cosechas. Sin embargo, a largo plazo, no nos van a reportar tantos ingresos como una plantación. Aun así, en muchas zonas, especialmente aquellas con limitaciones de recursos o inversión, los cultivos anuales son la opción fundamental para mantener la viabilidad de las explotaciones agrícolas. ¿Qué cultivos son los más rentables en esta situación?
Cultivos en secano
En zonas típicamente cerealistas, los cultivos oleaginosos, cuyo destino principal es a menudo la producción de biodiésel y otras industrias, pueden ser opciones muy interesantes. Cultivos como la colza y la camelina han mostrado ser una alternativa atractiva. Aunque sus márgenes brutos pueden variar significativamente de una campaña a otra en función de los precios de mercado y los costes de los insumos, se han observado rangos que los hacen competitivos, oscilando habitualmente entre los 300 y 600 €/ha, e incluso más en campañas de precios excepcionalmente altos.
Si quieres más información al respecto, no te pierdas nuestro artículo sobre los cultivos de secano más rentables.
Cultivos en regadío
En los regadíos, los cultivos típicos de cereal, forrajes o maíz siguen presentando márgenes cada vez más ajustados y es más complicado convertirlos en cultivos rentables en poco tiempo, debido a los persistentes elevados precios de los inputs (gasoil, abonos, fitosanitarios) y los, en ocasiones, ajustados precios de las producciones. Por esto, en este sector se puede optar por dos alternativas:
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Seguir con los mismos cultivos dándoles un valor adicional: Esto implica optar por maíz para consumo humano en lugar de para pienso, trigo de calidad para panificadoras, o cebada para malta. Normalmente estas alternativas pasan por hacer contratos con la empresa compradora de la cosecha, que garantizan un precio mínimo y un asesoramiento durante el ciclo del cultivo. Otra opción es la doble cosecha de maíz y cereal de invierno.
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Cambiar a cultivos alternativos más rentables: Esto consiste en buscar alternativas rentables al maíz y cambiar este cultivo por soja, sustituir los cereales para cultivar productos hortícolas para industrias conserveras (guisantes, tomates, alubias, brócoli, etc.), o cambiar los forrajes típicos por otros más productivos como el pasto siambasa.

Controla tus costes para conocer la rentabilidad de tus cultivos
Finalmente, sea cual sea la inversión que te estés planteando es fundamental hacer un seguimiento de la misma, pero no es suficiente con coleccionar facturas y recibos del banco.
Para evaluar cuales son los cultivos rentables a corto plazo tienes que saber qué parcelas y variedades están dando mejores resultados, qué labores suponen más gasto, como es el Retorno de la Inversión, y un largo etcétera de parámetros económicos para asegurarte el éxito.
Con la gestión de Costes de Agroptima podrás llevar el seguimiento de tu inversión al día a día, sin ningún esfuerzo ni complicación, y sin que se te escape ningún detalla para detectar cuando te estés desviando de tu plan de empresa. Prueba gratis Agroptima aquí!
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