En los últimos años, la normativa bienestar animal porcino ha cobrado especial relevancia. No es solo una cuestión de cumplir con lo que marca la ley: también se traduce en animales más sanos, mejores rendimientos y acceso a mercados cada vez más exigentes.
Si gestionas una explotación de cerdo blanco, seguro que ya lo tienes claro: adaptarse a la nueva normativa para granjas de cerdos no es una opción, es una necesidad. Y aunque puede parecer complicada, la realidad es que con las herramientas adecuadas, cumplir con los requisitos es más sencillo de lo que parece. Y además, te puede ahorrar mucho tiempo y preocupaciones. Especialmente en el caso de la nueva normativa para granjas de cerdos, que exige un mayor nivel de registro y documentación.
En los últimos años, el bienestar animal ha pasado de estar en un segundo plano a ser una parte fundamental del día a día en cualquier granja de porcino. Y no es para menos: España, como uno de los principales productores de carne de cerdo en Europa, ha tenido que adaptarse poco a poco a normativas más exigentes que buscan asegurar buenas condiciones para los animales y una producción más responsable.
Puede que a veces estas normas se vean como un obstáculo más, pero lo cierto es que también abren la puerta a hacer las cosas mejor, destacar frente a otros y trabajar con más tranquilidad. Eso sí, no siempre es fácil. Sobre todo cuando toca llevar un montón de registros, preparar documentación o estar pendiente de si falta algo justo cuando tienes mil cosas más que hacer.
La buena noticia es que no tienes que hacerlo todo solo ni a mano. La nueva normativa bienestar animal porcino puede gestionarse mejor con herramientas digitales que automaticen los registros. Cada vez más explotaciones están apostando por herramientas digitales que les ayudan a cumplir con la normativa de forma mucho más sencilla, sin perder tiempo y con la seguridad de que lo tienen todo bajo control.
La normativa bienestar animal porcino actual viene de Europa, con la Directiva 2008/120/CE, y se aplica en España a través del Real Decreto 306/2020, que es la referencia principal para las granjas de porcino intensivas.
Este Real Decreto no solo habla de bienestar animal. También incluye temas muy importantes como la bioseguridad, la sanidad animal, la higiene y el cuidado del medio ambiente. Además, clasifica las explotaciones según su capacidad y tipo de actividad (producción, cebo, transición, ciclo cerrado…), y marca requisitos concretos para cada una. Es importante conocer bien los distintos tipos de explotaciones porcinas para aplicar correctamente la normativa.
Por ejemplo, en una explotación de cebo, el espacio mínimo por animal varía según el peso: desde 0,20 m² para lechones hasta 1 m² para animales de más de 110 kg.
También se regulan otros aspectos que debes tener al día:
Todo está pensado para que los animales puedan moverse con libertad, descansar bien y expresarse con naturalidad. Y aunque pueda parecer mucho, cada uno de estos puntos ayuda a mejorar la salud de los cerdos, evitar problemas y, a la larga, tener mejores resultados productivos.
Si tu granja es nueva, la normativa se aplica desde el primer día. Y si ya llevas tiempo en marcha, tienes —en la mayoría de los casos— hasta 2024 para adaptarte del todo. Cuanto antes lo tengas en regla, más tranquilidad y control tendrás en tu día a día. Esto es aún más importante teniendo en cuenta los plazos límite para el cumplimiento de la nueva normativa para granjas de cerdos.
La normativa cubre muchos aspectos, pero hay cuatro áreas clave que conviene tener muy controladas:
Alojamiento y espacio mínimo
Es la base del bienestar animal. La normativa marca cuántos metros cuadrados necesita cada cerdo según su peso y situación (gestación, lactancia, verracos…). También regula el tipo de suelos y las características de las instalaciones. Todo ello en el marco de la nueva normativa bienestar animal porcino, que promueve entornos adaptados al comportamiento natural de los animales. El objetivo es que puedan descansar bien, moverse libremente y comportarse de forma natural.
Condiciones ambientales y enriquecimiento
Las granjas deben contar con buena ventilación y temperatura controlada, además de materiales con los que los animales puedan interactuar (paja, heno, madera…). Esto no solo mejora su bienestar, también reduce el estrés y favorece su desarrollo.
Manejo y buenas prácticas
Hay ciertas prácticas que la normativa prohíbe, como cortar colas de forma sistemática, recortar dientes o castrar sin anestesia. Solo se permiten en casos justificados y bajo supervisión veterinaria. También se regula cómo deben alimentarse los animales, tener acceso a agua limpia y cómo actuar si alguno está enfermo o herido.
Ubicación de las explotaciones
El decreto establece distancias mínimas entre granjas, que pueden ir desde 500 metros en explotaciones pequeñas hasta 2.000 metros en las más grandes. Esta distancia mínima entre granjas porcinas busca prevenir contagios y mejorar la bioseguridad del entorno. También regula la separación con otros espacios como mataderos, vías públicas o núcleos urbanos. Esto es clave a la hora de montar una nueva instalación o ampliar la actual. Por eso es fundamental considerar la distancia mínima entre granjas porcinas en cualquier planificación
Cumplir con la normativa bienestar animal porcino también implica registrar. Uno de los cambios más evidentes que notan muchas granjas es el aumento de tareas administrativas. Esto es consecuencia directa de la nueva normativa bienestar animal porcino, que requiere mayor trazabilidad documental. Ahora hay que registrar más cosas, hacerlo con más detalle y tenerlo todo listo y en orden por si toca una inspección. Y si estás haciendo todo esto a mano o con libretas, la cosa se complica.
Según datos del sector, un ganadero puede dedicar hasta 4 horas a la semana solo a rellenar e introducir datos relacionados con el bienestar animal. Eso son 4 horas menos para estar en la nave, tomar decisiones importantes o simplemente descansar un poco.
Además, para las explotaciones más antiguas, adaptarse a la nueva normativa puede requerir cambios importantes en las instalaciones: desde mejorar la ventilación o ampliar espacios, hasta incorporar nuevos equipamientos o revisar los protocolos de manejo.
Se estima que la adaptación completa puede suponer una inversión de entre 200 y 400 euros por plaza, dependiendo del estado inicial de la granja. Para una explotación tipo de 500 cerdos de cebo, hablamos de entre 100.000 y 200.000 euros. Una cifra que, sin duda, hay que planificar bien.
Por suerte, existen plazos de adaptación (de 1 a 5 años, según el caso) y ayudas públicas, tanto nacionales como autonómicas, pensadas para apoyar esta transición. Eso sí, requieren estar atentos a las convocatorias y llevar al día los trámites, lo cual también suma carga al día a día.
Y aquí es donde entra en juego la digitalización: no solo para gestionar los registros y los informes con más facilidad, sino también para detectar qué puntos tienes ya cubiertos y cuáles puedes mejorar. En definitiva, para adaptarte con más tranquilidad y menos lío.
Esta tabla resume las exigencias más comunes según los tipos de explotaciones porcinas.
Cada vez más granjas están apostando por la digitalización, no solo para cumplir la normativa, sino para trabajar mejor. Con una buena herramienta digital:
✅ Ahorras tiempo: puedes reducir las horas de papeleo a menos de la mitad.
✅ Minimizas errores: al registrar todo de forma automática o con ayuda de avisos.
✅ Tienes todo preparado para una inspección, sin agobios ni buscar papeles.
✅ Mejoras el control sobre lo que pasa en tu granja, día a día.
✅ Y tomas decisiones con más seguridad, basándote en datos fiables.
Según datos del sector, usar una herramienta digital puede ahorrarte hasta 200 horas al año en papeleo y reducir en un 90% los errores en los registros. Y eso se nota, tanto en tu tranquilidad como en el bolsillo.
Además, hay soluciones que van más allá del registro. Por ejemplo, puedes instalar sensores en las naves que controlan temperatura, humedad o ventilación y te avisan si algo se sale de los rangos ideales. Así no solo cumples con la normativa, sino que mejoras el bienestar de los animales de forma directa.
Y hay un punto clave que a veces se pasa por alto: la prevención de sanciones.
Las multas por incumplimientos en bienestar animal pueden ir desde 1.000 hasta más de 100.000 euros en casos graves. Contar con un sistema que te ayude a cumplir, y que además documente todo lo que haces, se convierte en una especie de seguro de tranquilidad frente a cualquier inspección. Si te piden un informe, lo tienes. Si necesitan trazabilidad, también.
En definitiva, digitalizar tu granja no es solo una forma de cumplir con lo que toca. Es una manera de trabajar con más confianza, con más orden y con la seguridad de que lo estás haciendo bien.
Hoy en día puedes encontrar herramientas pensadas específicamente para ayudarte a cumplir la normativa bienestar animal porcino sin complicarte la vida.
Estas soluciones se pueden agrupar en tres tipos, según para qué las necesites:
Son aplicaciones o programas que te permiten llevar al día toda la información obligatoria: censos, tratamientos, movimientos, incidencias, inspecciones… todo queda registrado de forma clara y segura.
Un buen ejemplo es Pig’Up, una herramienta completa que te permite gestionar todos estos datos desde el móvil o el ordenador y que genera automáticamente la documentación que puedes necesitar para una inspección.
Aquí hablamos de sensores que se instalan en las naves y te permiten controlar en tiempo real cosas tan importantes como la temperatura, la humedad, la ventilación o incluso el comportamiento de los animales.
Si algo se sale de lo normal, el sistema te avisa al momento, para que puedas actuar rápido antes de que se convierta en un problema serio. Esto no solo te ayuda a cumplir con la normativa, sino que mejora directamente el bienestar de los animales y, por tanto, la producción.
Son plataformas que unen el bienestar animal con otras áreas clave de tu granja: alimentación, sanidad, rendimiento, productividad…
Te dan una visión global de lo que está pasando en todo momento y te permiten gestionar mejor los recursos, tomar decisiones más acertadas y ganar en eficiencia. Sin importar los tipos de explotaciones porcinas que tengas en tu negocio. En lugar de tener mil hojas o sistemas por separado, lo tienes todo centralizado.
Además, todas estas herramientas tienen algo en común: convierten los datos en información útil. Con sus informes automáticos, gráficos y paneles visuales, puedes ver de un vistazo qué va bien y qué puedes mejorar. Te ayudan tanto en la gestión diaria, como cuando llega el momento de planificar o pasar una auditoría.
En resumen, no se trata solo de cumplir por obligación: se trata de trabajar con más control, más tranquilidad y más tiempo para lo importante. Y con la ayuda adecuada, es más fácil de lo que parece. Especialmente si se trata de adaptarse a la nueva normativa para granjas de cerdos sin caer en errores o retrasos.
En Aragón, una explotación de cerdo blanco con 2.000 plazas de cebo decidió dar el paso hacia la digitalización. Hasta entonces, dedicaban unas 7 horas a la semana solo a registros y tareas administrativas, y aun así era habitual encontrar errores o documentación incompleta. Todo un desgaste.
Tras una inversión de unos 4.500 € (incluyendo el software, formación y algunos dispositivos para recoger datos en la nave), y con apenas un mes de adaptación, el cambio fue evidente:
✔️ Pasaron de 7 a menos de 2 horas semanales de papeleo.
✔️ Recuperaron más de 250 horas al año que ahora pueden dedicar a otras tareas.
✔️ Toda la documentación está ordenada, actualizada y lista para cuando se necesita.
✔️ En la primera inspección tras la digitalización, pudieron presentar todo en minutos y sin estrés.
✔️ Redujeron costes indirectos (papel, impresión, archivado…) en unos 1.200 € al año.
✔️ Y sobre todo, ganaron tranquilidad: ahora saben que están cumpliendo y pueden demostrarlo.
Pero hay algo más: al tener todo bien documentado, también evitaron el riesgo de una sanción administrativa por errores en los registros, que en su caso podría haber costado entre 3.000 y 30.000 €, dependiendo de la gravedad. Solo con eso, la inversión se amortizó en poco más de un año.
Así que sí, fue una decisión estratégica acertada. Porque además de facilitarles el día a día, les dio seguridad para el futuro. Y les permitió adaptarse con éxito a la nueva normativa bienestar animal porcino sin sanciones ni sobresaltos.
Adaptarse a la normativa bienestar animal porcino no tiene por qué ser una carga. Puede ser una forma de trabajar mejor, de ganar tranquilidad, y de preparar tu granja para lo que viene.
Porque lo que viene es claro: más exigencias, más controles… pero también más oportunidades para las explotaciones que lo hacen bien. Y con la digitalización de tu lado, puedes convertir esas exigencias en una ventaja. Sobre todo en aspectos como la distancia mínima entre granjas porcinas, donde una buena planificación evita errores costosos.
No importa el tipo de explotacion porcina, empezar ahora puede evitar problemas más adelante.
Si estás empezando a digitalizar tu explotación, o si tienes dudas sobre por dónde empezar, este es un buen momento para actuar. No estás solo: cada vez más ganaderos están aprovechando estas herramientas para mejorar su día a día.
Y tú también puedes hacerlo. Consulta el 👉 Software para porcino. Es válido para todos los tipos de explotación porcina, desde ciclo cerrado hasta transición o cebo.