Esta enfermedad provocada por hongos presenta diferentes cepas en función del hospedador. Suele afectar una gran parte de los cultivos hortícolas y a la vid. Si en tus parcelas produces algunos de los cultivos de riesgo, te interesa conocer algunos aspectos relevantes: los tratamientos para el mildiu, tipos y los ciclos. ¡Veámoslo!
Lamentablemente, esta es un tipo de plaga que provocan grandes pérdidas a los agricultores de diversos cultivos. El mildiu ataca especialmente a los cultivos de tipo hortícola como la patata, el tomate, el ajo, el puerro y también es una enfermedad habitual de la vid. Dependiendo del cultivo, el mildiu se manifiesta a partir de varios hongos como el Phytophotora infestans y el Plasmopora vitícola.
Los hongos mencionados tienen la particularidad de ser oomicetos. Este término significa literalmente «hongos huevo» y hace referencia a la estructura grande y esférica que contiene los gametos femeninos.
Tienen la capacidad de adoptar formas de resistencia para sobrevivir al invierno. Además, pueden adoptar la forma de oosporas y permanecer así varios años a la espera de las condiciones idóneas para infectar, por lo que es muy importante aplicar un tratamiento para el mildiu.
El mildiu se refleja especialmente en las hojas de la planta. Se aprecian manchas de color verdoso claro que se vuelven amarillentas y terminan siendo marrones. En el envés de la hoja también puede aparecer una pelusa de tono gris. Es posible también que se sequen y caigan. A a veces se ven afectados los tallos no lignificados (por ejemplo, de la vid).
Los hongos que provocan el mildiu son policíclicos, esto quiere decir que una vez que se manifiesta una infección por primera vez, primaria, se puede producir una segunda, ya que la primera se habrá convertido en fuente de inóculo.
Por lo tanto, si el hongo ha logrado infectar a la planta y no se actúa rápidamente, el mildiu se reproduce y expande de forma exponencial; más aún si las condiciones le son favorables. Por lo tanto, si tu plantación es de riesgo, debes estar muy atento para detectar lo antes posible el hongo y poder detener la infección.
El hongo que provoca el mildiu sobrevive al invierno en la oospora. Allí aguarda a que la temperatura alcance al menos unos 12 grados. Entonces la oospora germina y brota un esporangio que se dispersa gracias al viento. Después, las temperaturas primaverales, las lluvias y el rocío siguen favoreciendo el ciclo expansivo.
En verano vuelve a aletargarse, ya que las altas temperaturas y la falta de humedad no le convienen.
Se vuelve a activar en otoño hasta que las temperaturas del invierno lo hacen volver a hibernar. Como puedes comprobar, el mildiu es un patógeno dependiente del clima y las condiciones ambientales.
Por lo tanto, hay que tener especial precaución durante la primavera —si es especialmente lluviosa, todavía más—, también en instalaciones que permiten una producción controlada, como invernaderos, y en zonas como el sur y sureste peninsular.
El hongo más conocido que provoca el mildiu el de la vid, se llama Plasmopora vitícola. En el caso de la viña existen los siguientes factores condicionantes:
El hongo sufre y remite su actividad cuando no llueve, acusa la falta de humedad en las hojas de la planta y cuando las temperaturas son inferiores a los 12 grados y superiores a 30. Es una buena idea establecer y pautar estrategias de prevención cuando se den las condiciones señaladas anteriormente, en especial cuando la planta se encuentre en estados fenológicos concretos: floración y cuajado.
Tradicionalmente, los agricultores han aplicado las siguientes labores a modo de prevención y tratamiento para el mildiu.
Por otro lado, si no estás seguro de si se trata de mildiu, busca asesoramiento, ya que hay otras enfermedades que afectan a las hojas y pueden asemejarse a esta. En todo caso, lo mejor es prevenir. Un tratamiento preventivo cuando la planta está creciendo es la mejor estrategia, y después se puede seguir aplicando en base a las condiciones meteorológicas. Si esperas a ver signos de la enfermedad, puedes comprometer la cosecha si no actúas con urgencia, especialmente en el caso de la vid.
Como tratamiento del mildiu se han utilizado tradicionalmente los compuestos de cobre. Sin embargo, la sustancia solo actúa en la superficie en la que se deposite y puede eliminarse con el agua. Por eso, se puede mezclar con otros fungicidas que penetran dentro de la hoja como el folpet, metalaxil y cimoxalino. Para controlar el mildiu, los tratamientos posibles pueden ser de tres tipos:
En orden creciente, son más contaminantes y más caros, es por eso que se debe dar preferencia a los primeros actuando de forma preventiva y predecir los momentos de infección.
Como puedes comprobar, el mildiu es un patógeno dependiente del clima y las condiciones ambientales.
Por eso, una buena estrategia de prevención pasa por vigilar de cerca las condiciones meteorológicas en tus parcelas. Para ello, cada vez más agricultores instalan estaciones meteorológicas que les permiten saber con antelación cuándo se dan los factores de riesgo: humedad alta, lluvias recientes, temperaturas suaves... Con esta información es posible anticiparse a la aparición del mildiu y aplicar tratamientos solo cuando realmente hacen falta, evitando aplicaciones innecesarias y ahorrando costes.
Como ves, el mildiu es una enfermedad que puede ser devastadora si se detecta tarde. Por eso, es una muy buena idea prevenir y estar muy atento para detectarla de forma prematura. No está de más contar con un sistema de vigilancia y seguimiento de las parcelas que tengan más riesgo, especialmente cuando las condiciones climáticas son favorables para el hongo.
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